martes, 15 de noviembre de 2011

SEXO POR CATÁLOGO.COM

La vida le enseña a uno que la investigación es importantísima para cualquier tipo de trabajo, ya sea para el campo científico, a nivel docente, a nivel económico o por supuesto, para escribir para tv como en mi caso. 
Espero les guste... 


CONFESIONARIO 1 

SEXO POR CATÁLOGO.COM 

( Noviembre 16 de 2.001) 


Estaba dispuesto a entrar a un mundo que desde pequeño encontraba sórdido, un tanto lejano y oscuro. 


Siempre había tenido la concepción de que este mundo clandestino es más o menos parecido al de los delincuentes, al de las criaturas de la noche que acechan a sus víctimas para chuparles la sangre, al de los gangsters o al de los narcotraficantes... 


Quería conocer a una de las tantas mujeres de mi ciudad que venden su cuerpo al mejor postor por una u otra razón desconocida. Las hay que lo hacen por física necesidad, otras lo hacen por el simple gusto de llenar las arcas de sus bolsillos y darse sus gustos femeninos que los afiliados privilegiados al club del gremio masculino muchas veces no entendemos o las hay que lo hacen por puro y físico gusto... Hasta estratificado se encuentra este pulpo negocio. Puedes llegar a acceder a una de ellas, o a uno de ellos para las niñas, cancelando la miserable suma de dos mil pesos, hasta pagar millones de pesos obviamente por modelos tipo jet- set, es más, del mismísimo jet- set... 


Sólo me importaba entrar en el mundo de una de esas tantas mujeres que alquilan su cuerpo para poder establecer el perfil psicológico de uno de los personajes del seriado que preparaba en esa época sobre universitarios. Requisito imprescindible: la niña en cuestión debía ser universitaria porque en esos días una duda me invadía y era la razón del crecimiento desmedido del fenómeno de la prostitución universitaria, de unos años para acá como una pelotica de nieve... 


Ante el mar de mis dudas, un buen amigo me recomendó una página por internet donde se podían escoger niñas de acuerdo al gusto propio... Curioso que la tecnología haya avanzado al punto de poder escoger una niña para satisfacer nuestros instintos animales como si fueran esas camisas, pantalones o colonias que compramos por catálogo. Curioso y extraño que con un solo click pudiera escoger una niña con las características soñadas, con las medidas perfectas y que en cuestión de minutos pudiera tenerla enfrente de mí, sin moverme del frente de mi computador. En fín, me sentía supremamente raro observando una página de niñas desnudas, mostrando sus mejores encantos, sus medidas perfectas y con su rostro borroso dizque para proteger su identidad. En la pantalla de mi computador las encontré de todos los estilos, para todos los gustos y de todos los precios... Negras, morenas, trigueñas, blancas, transparentes, rubias, unas altas, otras bajitas, otras enanas, otras flacas como estacas y otras bastante más rellenitas; con y sin celulitis, en tangas de todos los colores, en ropa interior mata pasiones; aficionadas al látigo, al cuero y a los gritos de placer y de dolor por parte de sus clientes ( expertas en sadomasoquismo del bueno), las que atienden parejas y hasta las que hacen shows de streaptease y atienden mujeres, ( Dícese de las famosísimas lesbian...) unas voluptuosas, otras bastante más voluptuosas y otras bastante escasas por no decir exageradamente nulas; la página me presentaba igualmente a las famosísimas lolitas, a las que cumplen a cabalidad con las fantasías de tener sexo salvaje y desmedido con enfermeras, vaqueras y hasta con azafatas para los que gustan del sexo extremo sobre una alfombra de nubes y con la adrenalina a mil... 


Como lo pueden ver, una oferta bastante considerable para una demanda de un mercado que, aunque clandestino, es bastante exigente en cuanto a gustos, fantasías y aberraciones se refiere... 


La modelo más económica prometía sexo de todos calibres, colores y sabores habidos y por haber por la módica suma de ciento diez mil devaluados pesos colombianos. "Para ser tan linda no es tan costosa", me dije muy espontánea y sinceramente. Me llamaba la atención el ver cómo se mezclaba en ella la ternura, la candidez y la inocencia de una niña virgen e inocente con la sensualidad y fogosidad que una mujer que se dedica a estos menesteres debe tener. Medidas: 98- 62- 93, 1. 65 mts de estatura y de piel blanca como un copo de algodón, que contrastaba estéticamente con su negra y larga cabellera y escurrida como cascada hasta la mitad de su espalda. De espeluznante belleza... Confieso que más me aterré cuando pude comprobar que la niña en cuestión tenía escasos dieciocho añitos de despreocupada existencia. Una verdadera lolita que perfectamente podría ser la hermanita que mis viejos nunca tuvieron el gusto de concederme... Toda una niña por calendario que a través de su baby doll, sus medias veladas y sus tacones de actriz porno XXX dibujaba y dejaba ver a un espectáculo de mujer en todo su esplendor y con letras mayúsculas. Era la modelo perfecta para lo que necesitaba. Se ajustaba a la edad precisa de la universitaria primípara que trabajaba en lo que mi personaje en mi cabeza se dedicaba. Manos a la obra... Tomé el teléfono muy concentrado en mi papel y casi me da una taquicardia cuando del otro lado de la bocina pude escuchar: "www punto ...... punto com muy buenas noches"... Estuve a punto de tartamudear, pero me contuve... Me presenté, comenté el motivo de mi llamada y le pregunté por la posibilidad de entrevistarme con Tatiana ( su nombre de combate) ¿Recuerdan?... ¿La lolita de dieciocho añitos, que podría ser perfectamente mi hermanita, con pinta de actriz porno XXX y que a su corta edad mostraba sin pudor alguno sus torneados muslos de mármol y sus voluptuosos encantos a través de su baby- doll?... De inmediato mi interlocutora cambió el tono de su voz y ya no me parecía tan sensual. Su voz se tornó un tanto brusca y comenzó el interrogatorio... Que como para qué sería, que quién era yo, que si era en serio lo que le estaba diciendo o que si todo era producto de una broma de adolescente virgen dedicado a los placeres del onanismo y ansioso por encontrar a una mujer que lo inaugurara y lo ayudara a salir de tan "impúdico vicio"... Luego de una conversación de diez minutos donde le expliqué de todas las formas habidas y por haber que la investigación era en serio, supe que la niña que me contestó se llamaba Susana, pero que si quería le dijera Susan... ( Háganme el favor!!!), que sólo era la recepcionista y que debía hablarme con la dueña del sitio... Prometió contarle a Doña Cristina el motivo de mi investigación y que llamara al cabo de tres o cuatro días al cabo de los cuales volví a tomar el teléfono esperando una respuesta positiva... 

Cuando llamé de nuevo, me encontré con la cálida voz de Doña Cristina. Me comentó muy cordialmente que, aunque a Tatiana no le había gustado mucho la idea en un principio - apenas normal, a nadie le debe gustar que un personaje X, venido quién sabe dónde, le pregunte por sus cosas personales y menos cuando se está involucrado en un negocio de este tipo- terminó por decir que si, que cuadráramos la cita, pero que por obvias razones omitiera su nombre, nada de fotos y que sólo me limitara a realizar preguntas generales y terminamos por cuadrar la cita para un viernes a las tres de la tarde. 


Al llegar me presenté con Cristina después de ella preguntarme si era Carlos Darío, a lo que asentí. Se presentó muy cordialmente y se excusó porque a Tatianita se le había presentado un cliente a última hora y que desgraciadamente no íbamos a poder conversar. Admito que sus palabras me desinflaron, pero luego me dijo que ante este suceso de último minuto, había hablado con una de las compañeras de Tatiana y que a ella le había parecido interesante mi experimento. Se encontraba en el baño y en ese momento salió. 


Cristina me la presentó y confieso que nunca antes en mi vida me había sentido el hombre más enano del mundo. Ella debía medir por lo menos un metro con ochenta centímetros y terminó por presentarse. 


Dicha mezcla entre timidez y sensualidad terminó por impactarme y de cierta forma desconcertarme. Era inevitable perder el equilibrio ante su fina estampa y terminé idiotizado intentando realizar disimuladamente un recorrido visual por sus ciento ochenta centímetros que a esa hora ya me parecían eternos... Llevaba un jean muy bien ajustado a sus extremidades inferiores y era descaderado como para acabar de rematar. Sus piernas parecían un par de palmeras inalcanzables con destino al mismísimo cielo... 


Mostraba un vientre plano que creía exclusivo de Natalia París o de Tatiana de los Ríos. No menos de mil abdominales diarios debe realizar esta bella mujer para poder incrustar esa tabla en su vientre color canela con piercing en el ombligo, a no ser que sea la mayor accionista de la faja termo reductora que tanto se promociona en las malditas Televentas. Tenía un busto espectacular que parecía explotar al exterior de su blusa blanca y que debía medir unos 39Z por no decir 40, como para no exagerarles... A pesar de su voluptuosidad, admito que no me parecía para nada vulgar o desagradable. Todo lo contrario... La verdad es que su busto era muy bien proporcionado para sus ciento ochenta centímetros. Dentro de mis reminiscencias recuerdo perfectamente la cadenita con un dije de un corazón roto que descansaba sobre su busto y que se encontraba bastante cómoda charlando con un lunarcito que parecía extraviado en el desierto. Anhelé tener unos veinte centímetros más de estatura para poder hacerle un recorrido visual en picado y no en contrapicado ( Esto de nacer enano en un país de mujeres bellas y espigadas puede llegar a convertirse en una verdadera tragicomedia) No me quiero referir a su rostro, porque no hallo palabras para describirlo. Poesía pura hecha lágrima que no puedo describir desde mis alas... 


Entre tantas cosas que me dijo, me sorprendió mucho escuchar que había entrado al negocio por una amiga; que lo hizo porque la condición económica de su familia había llegado a un punto en que no podían seguir sosteniendo su carrera de Psicología en una prestigiosa universidad de Bogotá y que las oportunidades de trabajo sencillamente estaban cerradas para ella ( cuando no le pedían una experiencia absurda de tener para sus condiciones, aparecía el típico gerente de la compañía que se cree el terror de sus vasallas y les ofrece el canje de un miserable empleo por un juego entre sábanas a medianoche) 


Igualmente me confesó que su primera vez en este negocio fue nefasta, que se sintió la mujer más sucia e indigna de la tierra, al punto de dar al traste con la relación de tres años que llevaba con su novio. Nunca pudo aguantar la presión a la que se sometía cada vez que se encontraba con él después de entrar al negocio y decidió terminarle sin darle un motivo medianamente lógico o justificable ( Ahora entiendo lo del dije de corazón roto que descansaba sobre sus pechos) 


Al cabo de una hora me contó, entre tantas otras cosas, que no todo en su trabajo era malo. Me contó que, cierto día, un cliente norteamericano la había llamado dos meses atrás solicitando sus servicios... La sorprendió cuando en pleno cuarto de un hotel cinco estrellas, en medio de su regular español, buscaba desnudarle no el cuerpo sino el alma. Me confesó que había practicado el mejor sexo de su vida cuando el gringo puso sobre la cama cinco estrellas de su habitación la soledad que lo estaba matando a esa altura de su vida y que con palabras y lágrimas le compartía a una modelo de catálogo.com. Al cabo de una hora el gringo había sido el tipo más humano, cariñoso y caballero del mundo, que de igual forma le canceló por sus servicios, como si hubiera vivido una hora del sexo más desenfrenado del mundo con ella y que hasta le brindó una insignificante propina de cien dólares americanos... ¿Qué tal la tacañería del gringo, ah?... 


De hecho, mi entrevistada luego me confesó que si la ponen a escoger entre un extranjero y un colombiano, se queda con el extranjero porque - según ella- saben tratar de verdad a una mujer, bueno... fue enfática al afirmar que se queda con el extranjero después de su ex, sólo si la vida llega a darle una nueva oportunidad con él. En ese instante sentí pena de gremio masculino y me sentí un poco poquito hombre. ¿Qué estará pasando con nosotros, los hombres colombianos, para que nuestras mujeres confiesen tan sincera y abiertamente su gusto por un personaje extranjero y más por un insípido gringo, de cabellos dorados y ojos azules tipo Brad Pitt??? Oh! my God, No hay derecho!!!... What happened?... 


Retomé el impulso luego de la pena que me embargaba y mientras mi malherido ego masculino se recuperaba, le dije que se tomara uno de sus respiros de mujer y que entendiera que nacer con un par de peloticas entre las piernas, en una sociedad machista como la colombiana, no es fácil. 


¿Qué se puede esperar de un niño cuando crezca si recibe información de los medios y de su grupo social inculcándole que mientras más niñas tenga en su colección más hombre es, entre otros tantos mandamientos y cánones de la ley del poder del gremio masculino?... De hecho, aún hoy, en pleno siglo XXI, se encuentran hogares donde el niño no acaba de cumplir sus dieciocho añitos cuando el papá ya lo está invitando al primer burdel para que le inauguren a su varoncito, a su fiel representante del gremio masculino... 

Casi a punto de terminar la charla, sin saber aún a qué hora se nos pasó el tiempo, pasé de entrevistador a entrevistado... Me preguntó sobre lo que yo pensaría si me enterara que mi novia se dedica a prostituirse a escondidas mías... Confieso que me sentí como en el Icfes cuando me preguntaron por la diferencia específica entre el número atómico del elemento número veinte de la tabla periódica y el número treinta de número atómico noventa y seis... Quedé mudo, pero a los pocos segundos reaccioné diciéndole que mi novia nunca se prestaría para eso y que en realidad me detendría a pensar en cómo reaccionaría ante esa situación el momento en que en verdad sucediera. 


Son muchas las verdades y realidades detrás de todo este tema y pude darme cuenta que lo que estaba haciendo, hasta ese momento, era de suma importancia y era mucho más que un simple trabajo de "investigación de campo" para un proyecto de televisión que puede fácilmente llegar a las pantallas de millones de colombianos, teniendo en cuenta que dicha problemática social se ha disparado a unos niveles insospechados en una sociedad capitalista donde mientras más bienes o cosas materiales se posean, más se vale como persona. De hecho, las niñas y niños ya no se prostituyen hoy solamente por darse sus gustos personales, sino para sobrevivir... 


No pretendo hacer invitaciones a la reflexión para que cambiemos y que hagamos de este, un mundo mejor; tampoco pretendo decir que las niñas, y niños también, que trabajan en este negocio estén condenados de por vida al "fuego eterno del pecado" y demás etcéteras de los que no quiero hablar porque no quiero juzgar a nadie... No es mi tarea, ni mi objetivo en la vida y no soy nadie para hacerlo... 


Si ese día pude darme cuenta de algo es que estas personas más que objetos sexuales, son seres humanos como tú, como yo, con su propia historia para contar y que aunque muchas de estas historias pueden llegar a parecer historias traídas de la inspiración profunda del más grande novelista y ensayista del planeta Tierra, son dignas de ser escuchadas para que sirvan de espejos y para que nos podamos observar en ellos. 


Mi invitación es a no juzgar por juzgar, a tomar este tipo de temas con la mente abierta y con una raíz bien cimentada como criterio, para darnos cuenta que es una problemática social que de alguna manera nos afecta y ante la cual debemos adoptar una u otra postura... 


De la Mariposa, así decidí llamar a mi entrevistada, no volví a saber nada. Sólo lo que hablamos ese día como buenos y viejos amigos. De hecho, al despedirme fue inevitable pegar una coqueta, fina, tímida y bien discreta hojeada a su escote que parecía decirme "hasta luego" con un beso y que nunca olvidaré. Nos despedimos de pico en la mejilla ante la estupidez que aún me embargaba por ella, que ya me costaba disimular y que por cierto, se vio interrumpida por la acotación de uno de los propietarios del sitio con pinta de costeño traqueto y que no me di cuenta a qué hora entró al local... Medio en serio, medio en broma, anotó su perla con cara de autogol: "Hómbe, ¿ya te vas?... ¿No vamos a hacer efectivo un canjecito, mira que la niña está bien buena, o me lo vas a negar?"... 


Depende de qué defina por el término que acaba de utilizar viejo... Aunque debo admitir que estaba buena, en términos comunes de pueblo y para nada románticos, el término "buena" no se ajustaba a una bella mujer que en una hora larguita me había abierto el libro de su vida y que en este momento me observaba con una tristeza indescriptible, como si quisiera continuar desahogándose conmigo. Sencillamente preciosa y divina, como para colocarle un aviso de: ¡no tocar, favor admirar!!!... Reaccioné ante el antiestético comentario del costeño en mención y me dije mentalmente...: "¿Acaso este costeño cretino, lerdo, obtuso, malhablado, vulgar, soez, ordinario, burdo, ramplón, hereje, despreciable y demases, me esta insinuando que estando un rato entre las sábanas con "la Mariposa", por ciento diez mil devaluados pesos y bajo los preceptos de "www.polvos.com" vamos a saldar una deuda que en un principio se consolidó como un favorcito?... Éche costeño!... No jodás!!! y devuélvete para tu tierrita"!!!... 


Esa noche que vi de nuevo a mi novia, se me salió por ella un: ¡te amo!!!. Tan grande como el cielo de la noche y sus estrellas juntas, la envolví fuertemente entre mis brazos hasta sentir el crujir de sus frágiles huesos y le di un beso que sé, nunca olvidará... de traqueotomía y todo y no me pregunten por qué razón lo hice ni qué pasó ese resto de noche de luna llena... 


CARLOS DARÍO 

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